¿Está san Josemaría Escrivá enterrado en Torreciudad?

-Buenos días. Queríamos ver la tumba del fundador del Opus Dei.

Esta petición se escucha de vez en cuando en la Oficina de Información del santuario, y como es lógico, la respuesta siempre es la misma:

-Pues miren, no está enterrado aquí, su tumba está en Roma.

-Pero cómo… Nos habían asegurado que está enterrado aquí, que como era de Barbastro y murió cuando esto se estaba terminando…

Algunos incluso indican cuál es el lugar: debajo del altar al aire libre que hay en la explanada de Torreciudad…

Altar al aire libre situado frente a la explanada del santuario

Es verdad que en la Iglesia hay una antigua tradición que consiste en colocar reliquias de santos debajo de algunos de los altares que se emplean para celebrar la misa, costumbre que empezó con los primeros mártires. Pero en el altar de la explanada no está enterrado san Josemaría. Y tampoco en el altar de la iglesia, que alberga reliquias de santa Mercuriana y san Sinfero.

San Josemaría Escrivá falleció el 26 de junio de 1975 en Roma, en su despacho de trabajo en Villa Tévere, la sede central del Opus Dei. Fue enterrado al día siguiente en el lugar previsto años atrás, una cripta situada en el mismo edificio. En 1992 y en 2002, con motivo de su beatificación y de su canonización, el féretro con sus restos sagrados se trasladó a la basílica de san Eugenio en esas fechas para facilitar la veneración de los fieles. Después quedó definitivamente colocado en la Iglesia de Santa María de la Paz, ubicada también en Villa Tévere. Su cuerpo reposa en una urna situada bajo el altar. Millones de personas en todo el mundo acuden a San Josemaría para solicitar a Dios gracias de toda clase, y son muchos quienes se acercan hasta este lugar, en el número 73 de la calle Bruno Buozzi de la Ciudad Eterna. Cualquier persona puede ir a rezar ahí para pedir o para agradecer las gracias recibidas por su intercesión.

Urna con los restos sagrados de san Josemaría Escrivá en Santa María de la Paz (Roma)

Una buena señora de Burgos me dijo en confianza una vez:

-Pues si no está aquí en Torreciudad hay que conseguir traerlo, ¿eh?

-No se preocupe, mujer, que aunque no esté aquí usted puede acudir a su intercesión con toda confianza. Si puede, vaya a Roma. Pero si no, tranquila, que él ayuda con eficacia a gente en todo el mundo.

-Ya lo sé, ya lo sé… Pero no se olvide de lo que le he dicho.

-No me olvidaré, señora.

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